Buenas lectores.
En este post, hablaré del fenómeno de Homeschooling o “educar en casa”
analizando sus implicaciones y valorando sus ventajas e inconvenientes en base
al sistema educativo actual, utilizando el vídeo de referencia que se nos
mostró en la clase de Procesos y Contextos Educativos “Cuando la casa se
convierte en escuela”.
Pero antes, resulta necesario explicar
el término Homeschooling para poder
entender de qué estamos hablando: El homeschooling,
también conocido como Educación en Familia es una opción educativa a la que
cada vez optan más personas en todo el mundo y en la que los padres deciden
educar a los hijos fuera de las instituciones educativas tanto públicas como
privadas (Martínez, 2018). Esta decisión de educar en casa suele tomarse porque
los progenitores o tutores legales de los estudiantes están en desacuerdo con
el modelo educativo tradicional de los centros educativos, considerando más
óptima la forma de aprendizaje que puede darse en casa de manera completamente
individualizada.
Una de las principales razones por las
que algunas familias justifican la aplicación de este tipo de modelo es que en
el propio modelo educativo formal de los centros no todos los alumnos consiguen
alcanzar un éxito educativo. Además se trata de una práctica que en España no
se encuentra regulada, podría decirse que es alegal porque tampoco se considera
prohibida. Sin embargo, otros países de Europa como Francia, Italia e Irlanda
ya cuentan con consideraciones de carácter jurídico al Homeschooling en su marco jurídico, y en España aunque no esté
prohibido, la ley establece que solo se puede conseguir un título en la
educación ejercida en centros homologados.
Se calcula que en
España hay entre 2.000 y 4.000 familias que
educan a sus hijos en casa, según European Network of Home Education (Silvente, 2020).
Una vez explicado
el concepto de Homeschooling y el
contexto en el que nos encontramos en torno a esta práctica, podemos analizar
más en concreto el contenido del vídeo “Cuando
la casa se convierte en escuela”. En este vídeo se expone la realidad de una
familia con domicilio en Valladolid, concretamente que educa a sus dos hijos
(niño de 13 años y niña de 15 años) en casa. Para ello utilizan un programa a
distancia que permite a sus hijos examinarse dos veces al curso vía online. Los
niños aprenden economía doméstica, geografía e historia, ciencias naturales,
dibujo técnico y otras materias, así como una gran variedad de idiomas (el niño
afirma que sabe rumano, inglés y un poco de japonés) y un amplio conocimiento
en música (solfeo, canto, piano, violín y arpa).
La madre afirma que además el proceso
de aprendizaje es mucho más dinámico porque estando en casa pueden jugar y
experimentar con los materiales, además de que las nuevas tecnologías son una
herramienta muy útil para este aprendizaje. Otra de las consideraciones que
ella hace, es que un sistema donde hay un 30% de fracaso escolar debe
reconsiderar la regulación el homeschooling.
¿Cuáles son las ventajas de esta
práctica entonces? Por un lado, permite que los niños aprendan una gran
variedad de materias en poco tiempo, dado que el hecho de que se eduque de
forma individualizada implica que se requiera mucho menos tiempo en el proceso
educativo. Además este proceso, como hemos comprobado, es mucho más dinámico
porque pueden aprender en base a la experiencia y no guiando su aprendizaje en
base un fin: aprobar. Por otro lado, puede ser una alternativa para los niños
que sufren bullying y se ha despertado un mayor interés por esta práctica
durante la pandemia del COVID-19.
Sin embargo, existen algunos
inconvenientes en la aplicación de esta práctica que obstaculizan su expansión.
Por un lado, a mi parecer, no acudir a un centro escolar con otros alumnos
puede suponer un retroceso en estos niños en el desarrollo de las habilidades
sociales propias de la edad. El proceso de socialización es otro de los
objetivos que debe tener el proceso educativo, y en estos niños puede verse
mermado. Además, el hecho de que en España no se regule, existe un problema de
carácter jurídico que no da la posibilidad de obtener un título a estos
estudiantes. Por otro lado, debemos considerar que el hecho de que los padres
puedan educar a sus hijos puede ser un arma de doble filo: sus hijos aprenderán
en base a lo que sus padres quieran que aprendan. Esto es un peligro, porque la
educación que reciben puede llegar a convertirse en un adoctrinamiento si así
los padres quieren y debemos de tener en cuenta que “de ninguna manera
que los hijos pertenecen a los padres” tal y como afirma la ministra de educación
Isabel Celaá.
Finalmente, este
modelo puede generar amplias desigualdades educativas porque para poder
llevarlas a cabo se necesita una cierta estabilidad en el hogar, unos recursos
materiales mínimos y sobretodo tiempo, para poder conciliar la educación de los
niños con la jornada laboral que tengan los progenitores, condición que
difícilmente se da para la clase obrera.
En conclusión, el Homeschooling es una alternativa que
introduce una manera innovadora y dinámica de aprender, con una amplia variedad
de ventajas. No obstante, en la práctica solo unas pocas familias pueden
llevarla a cabo. Por ello, personalmente creo que podrían introducirse algunas
de las ventajas de este método en el modelo educativo formal, o bien permitir
conciliar esta práctica con la educación en los centros escolares porque no
debemos olvidar la importancia del proceso de socialización de las personas
durante su desarrollo, puesto que es una característica inherente al ser
humano.
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